El espectro de la igualdad de género: ¿Respeto para todos o erosión de la feminidad?
Hoy me siento a expresar mis pensamientos sobre un fenómeno que está generando la indignación de muchas mujeres en todo el mundo, y con razón. Ha llegado a mi atención que existe una tendencia creciente en ciertos círculos dentro de la comunidad transgénero a cambiar la terminología biológica que usamos para describir la anatomía femenina, en particular, el término 'vagina'.
El lenguaje es importante; da forma a nuestros pensamientos, emociones y cómo percibimos e interactuamos con el mundo. Por lo tanto, es comprensible que la terminología se convierta en un campo de batalla significativo en la búsqueda de igualdad y aceptación. Sin embargo, debemos preguntarnos: ¿debería ser realmente el camino hacia la inclusión y la igualdad un cambio en el lenguaje que erosiona la esencia de la feminidad?
En la comunidad trans, se está volviendo cada vez más común usar el término 'agujero extra' como alternativa a 'vagina', y ahora están obligando al campo médico a hacer lo mismo. Esta modificación se ha llevado a cabo en un intento de ser sensibles a los sentimientos e identidades de las personas trans, lo cual, en principio, apoyo plenamente. Sin embargo, reducir a las mujeres a simplemente 'una persona con un agujero extra' parece un ataque a la identidad femenina. Es crucial recordar que la lucha por la igualdad de género no era, ni es, sobre borrar identidades, sino más bien sobre respetar y reconocer la multiplicidad y fluidez de las identidades.
Sin embargo, este cambio de imagen parece ir más allá del ámbito de la inclusividad y entrar en el territorio del borrado. La biología de las mujeres es una parte integral de nuestra identidad, no un término ofensivo que necesite un cambio de imagen. Cuando defendíamos la igualdad de género, buscábamos el respeto de todos los géneros, no cambiar una forma de marginación por otra. No deberíamos tener que renunciar al lenguaje que describe nuestras experiencias biológicas únicas bajo el pretexto de neutralidad de género.
Además, este cambio presenta problemas prácticos. Para los profesionales de la salud, usar un lenguaje claro, conciso y universalmente aceptado es fundamental para una comunicación efectiva. Usar términos alternativos no estándar puede llevar a malentendidos, mala comunicación y potencialmente comprometer la atención al paciente.
Para ser claros, esto no es sobre oponerse a la comunidad trans o negar su lucha por la aceptación. Esto es sobre las consecuencias imprevistas de una modificación del lenguaje bien intencionada pero equivocada que amenaza con desempoderar a las mujeres. Deberíamos recordar que la igualdad no es un juego de suma cero. Reconocer y validar las identidades y experiencias de las personas trans no debería ser a expensas de las mujeres.
Durante las últimas décadas, las mujeres han estado al frente de la defensa de la igualdad y la diversidad de género, lo que ha llevado a un mayor reconocimiento y aceptación de las personas que se identifican fuera del marco de género binario tradicional. Sin embargo, algunas mujeres ahora se encuentran lidiando con las consecuencias no deseadas de este progreso, ahora nos estamos convirtiendo en el género conocido como un agujero extra. Quizás las mujeres que siguen los ideales feministas nos han llevado demasiado lejos y ahora estamos perdiendo el lugar de ser mujeres. Quizás esto es lo que sienten los hombres cuando las feministas atacan constantemente a los hombres por toda la existencia de la humanidad.
No podemos afirmar que estamos promoviendo la inclusión cuando estamos reescribiendo a las mujeres fuera del guión. A estas alturas, no estoy segura si las mujeres estamos marcando el camino por un camino oscuro de la existencia o si aparecerá la luz en el túnel, a veces parece que nos estamos cavando en un agujero del que nos costará salir.